Hace algunos días ya, llegó a Ciudad- Mi propio mundo la notica de una tregua entre nacionalistas catalanes y el "ejercito de liberación nacional" vasco (ETA).
Desde Ciudad- Mi propio mundo no entraremos a juzgar la legitimidad de este "pacto", ni la conveniencia de la lucha armada para solucionar los conflictos. Desde Ciudad- Mi propio mundo abogaremos siempre por la paz y el dialogo para resolver cualquier problema.
Cada cual, es libre de apostar en el juego que más le convenga. Unos matando, otros manipulando la información. Todos y ninguno son buenos y malos, según lo que pensemos.
El chiste gráfico que encabeza este post está extraido de El Periódico de Catalunya y creo que define muy bien, por lo menos para los escepticos como yo, el show montado estos días de supuesta crisis nacional.
Babel (Administrador principal de Ciudad- Mi propio mundo)
: Ni negro ni blanco (Fito y Robe)
Hace unos días se emitió en Ciudad- Mi propio mundo una película que se merece algún comentario. Se llama The body (El cuerpo) de Antonio Banderas y la verdad es que, como era de esperar, es un bodrio antológico.
Por si no sabéis de que hablo os diré que la película trata de una arqueóloga que encuentra una tumba con unos huesos que parecen ser de Jesucristo. La Iglesia manda al cura Banderas (que poca credibilidad tiene, madre mía) para que demuestre que no lo son.
Como ya he calificado la película como bodrio no voy a entrar en especificaciones técnicas, críticas a los malos actores, y ni tan siquiera voy a colgar el cartel de Se busca al guionista".
A pesar de la perdida de tiempo, al acabar, me quedé un rato pensativo Y si ocurriese esto de verdad?
Imaginaos que se descubren unos huesos y se demuestran que son de Jesús. Que pasaría? Que diría la Iglesia cristiana? Si hay huesos es que hubo cuerpo, si hubo cuerpo entonces quien resucitó? Se desmoronaría la Iglesia? Dejarían de tener fe todos esos fieles que aún confían en unos personajillos anacrónicos que se creen que viven todavía en la Edad Media? Tengo mis dudas.
He imaginado por unos momentos que alguien probase que el Dios cristiano no resucitó, que todo ha sido un invento de la Iglesia, que Jesús solo fue un buen hombre, bastante loco por supuesto, que en vez de tomarlo como tal, la gente lo siguió y divinizó. Un hombre con buenos amigos, a pesar de todo, que lo convirtieron en el protagonista literario más influyente de la Historia, que supieron aprovechar el tirón mediático del barbudo crucificado y, estoy seguro, sacar un gran beneficio de todo este montaje.
Recuerdo cuando de pequeño (de muy pequeño) rezaba todas las noches antes de ir a dormir, pero no recuerdo cuando dejé de hacerlo. No recuerdo cuando dejé de creer en semejantes pantomimas. No recuerdo un momento exacto en el que dijese: A partir de ahora, no creo en Dios, no confío en la Iglesia.
Supongo que fue en mi etapa del Instituto, cuando empecé a leer de verdad, cuando empecé a no creerme todo lo que me decían, cuando radicalicé mi mente contra las tonterías que todos siempre nos quieren imponer, cuando la música punky con sus letras directas y agresivas me hizo abrir los ojos para discutir el pensamiento único. Frases como Gracias a Dios soy ateo, Dios no creo al hombre, fue el hombre quien creo a Dios y mil aforismos más de este estilo marcaron una infancia.
Tal vez fueron las clases de Filosofía e Historia, el descubrimiento de los autores marxistas y anarquistas (entre otros), la congoja producida por las guerras injustas en nombre de la Iglesia, las numerosas preguntas a las que ningún creyente podía responder. O tal vez fue cuando vi lo bien que vivía el cura que nos daba clase de religión, que nos hacía leer durante toda la clase mientras él, queriendo hacerte creer que cerraba los ojos para escucharte mejor y concentrarse, se dormía hasta que sonaba la campana. (Lo de lo bien que vivía mi profesor de gimnasia es otro tema que no viene a cuento pero que algún día lo explicaré con más calma. BAHENA FOREVER!!!!)
El caso es que dejé de creer.
No creo que sea necesario explicar argumentos para desengañar a nadie, los que son inteligentes ya se habrán dado cuenta de que va este tinglado del cristianismo y los que aún tengan fe en el Cielo y el Infierno, pues eso, que difícilmente la perderán por mucho que yo les de razones para ello. Así que no me voy a molestar en convencer a nadie. Ya somos todos mayorcitos.
No conozco a fondo otras religiones, así que no opino de ellas, pero siempre que alguien me habla de alguna religión me viene a la memoria aquella gran frase de Marx: La religión es el opio del pueblo, y siempre que oigo hablar de la Biblia y de Dios, se me dibuja en la cara una sonrisa cruel recordando esa maravillosa película de los Monty Phyton llamada La vida de Brian.
Amen.
: Tricky
Como se deducía del post anterior, el fin de semana ha sido especial por ser el primero en mucho tiempo en el que el reloj no tenía agujas y al mirarlo siempre decía Dont worry. Yo he marcado la velocidad y siempre he llegado a tiempo a donde he querido llegar.
No daré muchos detalles de lo ocurrido hasta que os explique la creación de un nuevo espacio en Ciudad- Mi propio mundo. Todo ha transcurrido de una forma normal para la gran mayoría de ciudadanos de Ciudad- Mi propio mundo pero para mí, la anormalidad de mis oficios me han hecho disfrutar de la rutina común como si yo hubiese sido su creador.
Solo sensaciones.
El viernes noche degusté mi primero botella de vino (sin mezclar con cola). Se estará acabando ya mi juventud?. Por suerte para los presentes, la crueldad de la camarera no se excedió y viendo mi sonrisa nerviosa por lo que podía pasar, se limitó a llenarnos las copas sin obligarme a aparentar un desastroso enólogo con gafas sucias y nariz taponada.
El sábado, a pesar de mi maltrecho estomago (sería el coctel de gambas del día anterior?), disfruté de las buenas compañías.
El domingo se produjo la creación de un nuevo espacio en Ciudad- Mi propio mundo: Espacio teatro- Cultura para ricos (algún día explicaré el por qué de este bautizo). Allí pude experimentar la belleza de un gran espectáculo que a ritmo de Coca- Cola al limón que sorprendió gratamente mis expectativas.
Me chocó ver a tanto niño ocupando la sala pero me dejó más atónito aún lo bien que se portaron. Nada que ver con la sensación de ver una película de Walt Disney en un multicine de barrio. Será que las palomitas contienen algún componenete psicotrópico extraño que hace efecto al sonido Muuuuuuuvirecor, titin tintin tití en épocas navideñas y que los transforma en pequeños y abominables Mr. Hide? o será que los niños ricos agradecen con buenos modales que sus padres paguen 35 por vestirlos de club náutico y en vez de llevarlos a sufrir al Camp Nou con un bocadillo de chopped, les inicien en el maravilloso arte de las percusiones surgidas de aporrear latas vacías y cubos de basura? Que el que nos tenga que coger confesados espabile por que el Paracetamol va a ser la droga más buscada por estos descerebrados padres en un futuro no muy lejano.
Después de esta reflexión tenebrosa y apocalíptica (Papa, quiero que me compres un cubo de basura para ser como los del Mayumaná!!!), me centraré en la obra.
Como ya he dicho antes, fue bastante sorprendente (por lo menos para mi) lo que ofreció esta compañía israelí, famosa por el dichoso anuncio de esa bebida de cola que lleva limón (aunque a juzgar por las caras que ponen cuando la beben, aún tengo mis dudas de que no sea del mismo fabricante que hace las palomitas navideñas). Me esperaba un grupo de personas aporreando durante hora y media diversos instrumentos de percusión como si fuesen una tribu africana y yo en la silla, con cara de explorador que va a ser comido por caníbales, de esos que salían en las películas antiguas en las que aún Tarzan era de blanco y negro y se montaba en elefantes en vez de querer conducir un Golf. Pero no fue así.
Los temas, canciones, scketches (nunca sabré como se escribe esta palabra) o como se quiera llamar a cada actuación que ofrecían (desde ahora los llamaré temas) duraba lo suficiente para engancharte y no levantarte dolor de cabeza.
Una de las cosas que más me gustó fue como entrelazaban un tema con otro. Las percusiones empezaban poco a poco, se aceleraban y cuando más locas se volvían más armonía parecían tener. Será eso lo que se llama ritmo, supongo. Cuando acaban empezaba la transición. Entonces el caos estallaba y mediante gritos y ruidos, que duraban escasos 30 segundos, diferenciaban claramente el final y el principio de cada tema. Digamos que este éxtasis sonoro le daba más sentido a las percusiones realizadas.
La mezcla de los tan tan con bailes tipo UPA Dance (quizá esta sencillez coreográfica fue lo que menos me gustó) se complementaban bastante bien. Y las dosis de humor clown me hizo recordar los espectáculos callejeros de La Fira del Teatre de Tarrega. Sin duda un gran acierto que aliviaba la seriedad del concierto.
Lo que más me gustó fueron los temas en los que la oscuridad predominaba y las pelotas con pintura florescente bailaban al ritmo que imponían ellas mismas. Todo muy mágico (sin necesidad de palomitas alucinógenas).
La apoteosis vino en un tema en el que un actor-cantante-bailarín se arrancaba acapela con un tema tipo samba brasileña (creo) amenizado por movimientos de capoeira. Bastante impresionante la capacidad física de este tío (que comía de pequeño?).
Al final, después de los obligados saludos al respetable bañados en aplausos, una especie de bis (ya sabéis, el viejo truco del Rock and Roll), con un tema bastante marchoso que nos hizo salir a todos del teatro con un muy buen sabor de boca.
Sin duda, merece la pena ver la originalidad de este espectáculo, siempre y cuando te gusten las percusiones y no vayas con tus hijos.
Llevaba un tiempo últimamente en el que mis horarios laborales anormales estaban provocando una desidia capaz de desbordar cualquier sonrisa y convertir el tratado de buenas maneras en un debate de Crónicas Marcianas. El trabajo estaba superando cualquier intento de bienestar y la explosión psicótica dependía de una corta y frenética cuenta atrás.
Cuando la lobotomía era la única solución para poder sobrevivir al Señor Hispano llegó una pequeña ayuda externa en forma de ilusión. Nuevos retos que superar, nuevas opciones que escoger, nuevos problemas que resolver. Sentirse útil y valorado, y aunque a veces haya sido un lastre para los que necesitaban mi ayuda, siempre he encontrado palabras y sonrisas de sincera comprensión.
Todo lo bueno se acaba. Mañana para ser más exactos, si es que sirve de algo leer los títulos de crédito de una buena película. Ha durado poco pero ha merecido la pena la intensidad de las emociones y motivaciones de estos días, las terapias energéticas que al más puro estilo Super Ratón te vitaminalizaban y mineralizaban, descongestionando las tensiones de anillos de colores. Espero poder repetir pronto la calidad de vida de la que he disfrutado estas semanas, siempre que se pueda y las circunstancias lo permitan. Ya sabemos que no siempre las cosas dependen de nuestra voluntad.
Hubo un friki que trabajó seis días y el séptimo descansó. Yo he trabajado alguno más pero el receso ha merecido la pena. Hacía tiempo que no me sentía tan desahogado. Incluso podría afirmar que nunca dos días libres ha supuesto tanta libertad. Semejante liberación se merece un post de agradecimiento como este.
Muchas gracias a los que con su ayuda, compañía y sonrisas han hecho posible que escriba esto.
Babel, administrador principal de Ciudad- Mi propio mundo.
: Personal Jesus (Depeche mode)
Hoy tenemos concurso de baile de actrices en Ciuidad- Mi propio mundo. Después de unas preliminares apasionantes, me he quedado con dos finalistas, y la elección de la ganadora está muy difícil.
Las dos finalistas son:
"Uma Thurman en Pulp Fiction bailando a lo guateque sesentero con el mítico Travolta"
"Salma Hayek en Abierto hasta el amanecer bailando como una sensual vampiresa."
A partir de hoy empieza la votación. Miembros de jurado (todo aquel visitante de Ciudad- Mi propio mundo puede participar) intentad ser objetivos y no os dejéis engañar por la poca ropa de la demoñia señorita Hayek, ni por el mitológico acompañante de la señorita Thurman recuperando la esencia de Saturday night fever con algunos kilos de más.
Para crear un posible criterio en el que basaros, podéis tener en cuenta por ejemplo, la canción que acompaña el baile, la situación en que se produce la acción dentro de la película, la duración, la dificultad, el entorno que rodea la escena, el vestuario o cualquier otra cosa que se os pase por la cabeza y que creáis que deba ser tenido en cuenta a la hora de la calificación global.
Si alguien tiene alguna queja sobre la elección de las finalistas, deciros que yo, administrador principal de Ciudad- Mi propio mundo acepto sugerencias para posibles menciones o accesits a bailes eliminados en las fases preliminares para la entrega de premios. Dejad vuestros votos y sugerencias abajo a la derecha.
: Anni Difranco