Una vez más, las universidades de medio mundo demandan los servicios de nuestros inteligentes científicos. Esta vez ha sido la universidad estadounidense de Siracusa y una vez más, los científicos de Ciudad- Mi propio mundo han dedicado su preciado tiempo (y dinero) en uno de los estudios más sorprendentes de la historia. Desde este día, la humanidad podrá respirar más tranquila y los hombres podran saber el por qué de los tamaños de sus dos organos más preciados, el sexual y el intelectual.

"Un equipo de científicos de la universidad estadounidense de Siracusa dirigido por el biólogo Scott Pitnick ha descubierto que en aquellas especies en las que las hembras son promiscuas, los machos dotados con órganos sexuales más grandes tienen cerebros más pequeños." (Noticia completa)

De momento, se refieren a los murcielagos, pero ya se están haciendo las pertinentes investigaciones con humanos y los resultados pueden ser reveladores. Mientras tanto, analicemos datos curiosos del estudio para sacar algunas conclusiones.

"[...] los machos han evolucionado hacia una relación inversamente proporcional entre su potencia sexual y su inteligencia."

Muchos ya sospechabamos cierta relación entre la falta de inteligencia y la potencia física cuando ibamos al gimnasio y oíamos hablar a algunas de esas enormes moles que se miran al espejo mientras levantaban kilos y kilos de peso con sus musculosos brazos. De momento esto no se ha probado, así que hemos decidido mantener abierta (hasta nuevos descubrimientos) la matrícula del gimnasio de Ciudad- Mi propio mundo y no retiraremos a nadie su carnet de biblioteca.

"[...] en la mayoría de las especies monógamas, el tamaño del cerebro de los machos es aproximadamente un 2,6% del peso del cuerpo. Mientras que en las especies promiscuas, el tamaño de sus cerebros representa un 1,9%."

Con esta afirmación, uno responde algunas de sus muchas preguntas de adolescencia que aún no había logrado resolver: "Por qué tengo la cabeza tan grande"? Por qué tengo tan poco exito con las mujeres cuando voy a la playa enfundado en mi precioso bañador de licra?

Todo esto tiene cierta relación. Cuando uno es joven y dedica más su vida a estudiar que a ligar en las discotecas, desarrolla su cerebro en gran medida, pero cuando decide que ya ha estudiado bastante y es hora de "echarse" novia, es demasiado tarde, tiene los huevos pequeños y la cabeza muy grande (por culpa del tamaño de su inteligencia) y todo se complica hasta limites insospechados. La cual cosa explicaría y justificaría el comportamiento de ese personaje de instituto envidiado y odiado a partes iguales por sus compañeros, capaz de liarse con todos los bombones de su clase, de las clases de los demás, y de las clases de otros institutos y que las chicas llaman "cabrón" cuando se sienten abandonadas después de la primera noche (aunque a partir de ahora todos le llamarán "murcielago"), ese que en sus notas calificativas siempre tiene suspensos... Ahora sabemos porqué.

Así que chicos en edad estudiantil, ahora que teneis la suerte, gracias a este estudio, de tener la clave del éxito en la vida, intentad buscar un termino medio entre los estudios y los ligues, para que luego podais poneros un gorro de un tamaño decente, sin miedo a las quejas del sindicato de ovejas lanares, y poder lucir paquete al lado de cualquier chica cuando vayais con ella a la playa.