16 de Diciembre 2003

03 Última llamada

Continúa el proceso creativo en Ciudad- Mi propio mundo.

Hoy, Generación de espacios número 2:

Espacio Cine- 17''


Antes de nada, en un intento de acercamiento a los visitantes y nuevos ciudadanos de Ciudad- Mi propio mundo, quiero comunicaros que a partir de ahora intentaré aparcar los formalismos lingüísticos y demás cuestiones protocolarias, como muestra de vuestra confianza y desde hoy mismo podréis comprobar y experimentar comentarios, críticas subjetivas, y demás expresiones informales, no propias del administrador de Ciudad- Mi propio mundo pero si más acorde con los tiempos que corren, con la modernidad y libertad de pensamiento (no-lineal, no-dogmático, no-cuadriculado) que intentaré inculcar a mis ciudadanos.

No siempre lo conseguiré, sobretodo al principio, pues son muchos los años en los que Ciudad- Mi propio mundo ha mantenido cerradas sus puertas a miradas extrañas y pocos han sido los afortunados visitantes que han accedido a sus entrañas.

Bueno, después del bando edil, y como ya he dicho antes, hoy he creado un nuevo espacio en Ciudad- Mi propio mundo. Se llamará Espacio Cine- 17''. En él se realizarán proyecciones cinematográficas de todo tipo y genero.

Cada vez que se produzca una proyección nueva yo os informaré acerca de ellas. Unas veces serán aspectos técnicos, otras, críticas muy subjetivas (por supuesto), y la mayoría de veces, solo sensaciones y pensamientos residuales alojados en mi memoria a corto plazo producidos al final de los títulos de crédito.

La primera sesión en Espacio Cine- 17'' se llama "Última llamada".

¿Qué harías si oyes sonar insistentemente el teléfono de una cabina pública? Sabes que no tiene nada que ver contigo, pero el instinto te obliga a cogerlo

Amigos de Ciudad-Mi propio mundo me habían comentado que era una película muy mala, aburrida, en la que toda la acción ocurre en un mismo sitio, una cabina de teléfonos al más puro estilo José Luís López Vázquez. A pesar de todo, he accedido a su proyección.

Olvidándonos del argumento comercial, influenciado por la moda asesino-francotirador yanki mata-inocentes al azar, la película tiene su mensaje crítico-moral, un poco cristiano, por supuesto. Las malas personas, las que hacen el mal al prójimo, serán castigadas duramente. El señor lo ve todo, juzga y ejecuta (en este caso desde la mirilla de un rifle). Pero el señor es bueno y te da la opción de la redención, del arrepentimiento público, de la confesión sincera. Si consigues convencerle, te salvarás.

Este es el mensaje subliminar que nos da a entender la película. El señor-francotirador juzgando al hombre malo, mentiroso y falso- pecador. Nada más. Sólo eso. 80 minutos de auto juicio moral. Tiempo justo para que los no creyentes no se aburran. Mensaje directo para enganchar mediante la parábola social a los infieles, para hacerles entender que el camino está en ser buenos, en la liberación espiritual eliminando las mascaras impuestas por una sociedad competitiva.

La sociedad mala hace hombres malos. La religión los salva.

Al finalizar la película me he quedado durante unos minutos un poco pensativo. Alguien alguna vez ha oído un teléfono de una cabina sonar? Alguien alguna vez ha estado parado al lado de una cabina de teléfonos durante una tarde a ver si algún desconocido por casualidad llamaba? Y si esto os ocurriese, lo cogeríais? Y lo último, alguien ha conseguido llamar una cabina de telefonos?

: Te juro que no (Aterciopelados)

Escrito por Babel a las 16 de Diciembre 2003 a las 01:04 AM
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